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sábado, 5 de abril de 2008

Hoy sabado 5, del mes de la dignidad, hay tantas cosas por las que agradecer,por las que sonreír, por las que mirar la vida,que aun con sus altas y bajas en el vaivén infinito de su dinámica nos ha dado tanto, desde el rayo de sol que besa la flor a la brisa juguetona que revoletea el cabello de la Iris compañera.

Hoy, cuando el frio invernal se aleja, dandole paso a la primavera, cuando renace la esperanza del nuevo comienzo y nuevos ánimos se prenden en las emociones,cuando todo sale de la invernacion y debe ser risas y alegrias, porque se asoma sin ser invitada, esta lagrima furtiva que empaña mis ojos?

viernes, 4 de abril de 2008

Los libros prohibidos

por Delfina Acosta

Desde que el mundo es mundo, la palabra del hombre ha estado sometida al juicio de los demás.

Las muchas epístolas o cartas que dan soplo y vida al Nuevo Testamento, fueron escritas por San Pablo. Las epístolas a los Colosenses hallaron inspiración estando San Pablo, uno de los más eminentes hombres de la doctrina cristiana, en prisión.

Era contra la ley leer la Biblia, inicialmente. Además, estaba escrita en latín.

Martín Lutero (1483 – 1546 ), ávido de conocer más sobre la palabra de Dios, a quien buscaba con el fuego de la fe, empezó a estudiar el latín y el hebreo, para terminar traduciendo el Nuevo Testamento al alemán. La primera edición, en 1521, fue de tres mil ejemplares, y todos los que conocían alemán, aprendían el Nuevo Testamento con rapidez.

No fue precisamente la traducción del libro al idioma alemán lo que le costó a Martín Lutero ser excomulgado, sino el hecho de haber desafiado –abiertamente– a la Iglesia católica. Un monje dominico, Tetzel, predicador de las indulgencias, deja mal a la Iglesia, en 1517. Grandes cobranzas percibía la Iglesia católica a través de la “compra” de las almas recluidas en el purgatorio por medio de las indulgencias. Esas sumas de dinero eran invertidas, en parte, en la construcción de la basílica de San Pedro.

Ofendido por la manipulación de los bienes materiales en asuntos espirituales, Martín Lutero escribió sus noventa y cinco tesis, clavándolas (dicen) en la puerta de la iglesia del Palacio de Wittenberg.

Poema de la semana

El futuro (Julio Cortázar)


Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.