Entradas populares

sábado, 6 de junio de 2009

LA ESPINA

para mi amigo Amador
con aleteos de mariposas leves

Descalzo y sereno, buscando el amor, entre los brenales, me clave una espina en el centro de mi pie izquierdo, espina que duele buscando el amor en el centro de mi vida entera.

Olas de caricias descompuestas en la penumbra taciturna de mi espanto, le di a beber el acíbar del olvido desgastado, en la soledad urdimbre del silencio.

Llego como al descuido, como un arcoíris después de la lluvia, dándome los colores de la esperanza después de azotar las costas impías de mi alma devastada y solitaria, nunca la espere donde quise, pero quiso llegar sin espera.

Trate de cantarle mis mejores canciones con los versos del Neruda enamorado en el azul perpetuo de Darío, le hice un collar de perlas milenarias con cada una de las gotas del rocío y en un arranque de locura infinita la cobije en mis brazos, manchados con las odas prisioneras del Hernández.

Nunca entendió mi amor insatisfecho, pero con sus llamas de fuego, fue el milagro perfecto de mi estío, el camino más corto entre la felicidad y la espera, la marea que llega con la luz de la luna, pero que al llegar el día se aleja cansada de humedecer el lecho, por eso me duele la espina, clavada en la planta del pie de mi olvido.

Asdrovel Tejeda Acevedo