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Llevo glaucoma en los ojos
Y silencio en la palabra;
De ambos pies camino cojo;
Llevo el infierno en mi alma
Cual si yo fuese un demonio.
Vendados tengo los ojos
Para no mirar el rojo
De ese líquido escarlata
Que derramaron tus hijos
Cuando misiles
Fabricados con el odio
Y esa energúmena rabia
Incendiaron todo Irak
Asesinando tus hijos,
Los inocentes de Basra,
De Mosul y de Bagdad.
Tus hijos asesinados,
También en Afganistán
Por terroristas del aire,
Por terroristas del Golfo,
De tierra firme en venganza,
Sin motivo de venganza,
Han poblado mi costado
De todas las desventuras
En un orbe demacrado
Desde los pies a la cara.
Tus niñitos diezmados, barridos,
De Kabul a Kandahar
Me recorren cada poro
Como en busca de la paz.
Tus hijos asesinados,
Afganistán e Irak
Desde ese norte hasta el sur
De tu este a occidente,
Con tu piel de santidad,
Y tus perdurables átomos
Te colmarán de placentas
Que un nuevo mundo traerán
Cuando alumbres inmortales
Que habitan en el Corán
Que vendrán a raudales
A traerte primaveras
Y luces de la esperanza
Bajo un sol de libertad.
Tus hijos asesinados
Me deambulan cada poro
Me deambulan cada poro
Y navegan mis arterias
Como en busca de la paz.
Ari Valdez, poeta invitado.
1 comentario:
http://berengenitavslimon.blogia.com/
Me gusta este poema. A ver si se puede pasar por mi blog, y me da su opinión. Gracias.
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