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domingo, 2 de marzo de 2008
PUEBLO BLANCO
Ocoa es un hermoso pueblo de la geografía quisqueyana que anda juguetón haciéndole cosquillas a las nubes por las alturas de la cordillera.
Con una historia hermosa. Dícese que el señor Andrés Pimentel Acevedo, de la comarca banileja, no siendo aceptado por los padres de su novia, Lucia Tejeda, la raptó con su consentimiento y escogió para su refugio las montañas Ocoeñas.
Un pueblo otrora progresista que ha aportado grandes hombres a la Patria, con una economía basada en la agricultura, languidece recostado de sus montañas y por tener, no tiene ni una carretera decente que permita, no solo el transito seguro de sus moradores, pero ni el espejismo, tan siquiera, de sueños de progreso.
Con un potencial turístico inmenso y pudiendo ser un transito importante entre las ricas tierras cibaeñas y el Sur, lo que a la vez que dinamizaria la economía del pueblo, ahorraría grandes cantidades de consumo de gasolina, no ha tenido voz, ni el empeño de sus representantes, prestos a las fotografías oficiales y a las sonrisas zalameras con el gobernante de turno y alejados de las pretinas suficientes con que crear, por lo menos, una ola de opinión que inserte en el candelero publico una necesidad tan apremiante.
Mientras tanto, como el pueblo blanco, colgado de un barranco, duerme Ocoa el sueño de los desprotejidos, hasta que Olga o Noel lo vuelvan hacer noticia, o hasta que se desgarren los velos del templo y el metro haga su entrada triunfal en la calma del 16 de Mayo.
!NO ES ESPERANZA QUE FALTA CORONEL, DESPUES DE LA AUSENCIA DEL PADRE, SON HOMBRES LOS QUE SE NECESITAN!!!!
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