Sentada frente al cuadro de la pared,pensaba con nostalgia en su hijo de tres años dejado en su tierra,en las vivencias cotidianas que se le antojaban lejanas,como mirar por un prisma distorsionado con los ojos de sueños imposibles, en el hombre que fue su primero, al que entregó su inocencia de mujer aldeana con suspiros ardientes de sombras en letargos.
Jamás pensaba desear tanto los convites de su campo,ni la tierra huraña, que violada a golpes de azadón, germinaba la simiente de esperanzas, para entregarlas en manojos de amapolas cantarinas en el vaivén musical de la siembra.
Jamás creyó querer, con tanta intensidad, el sol audaz y caribe que en halos de fuegos misteriosos preña en la torrides de un medio día, la imaginación pagana de los genes africanos, con el sonido agudo de tambores meridianos el llamado del ochún centenario.
Con más ansias que nunca deseó volver a la intimidad de sus raíces antillanas,de mujer tropical, de risa y carnaval. Se vió reflejada en el espejo de la vida y dos lágrimas silenciosas reverberaron sus mejillas al llamado imperioso de las sábanas de seda.
Asdrovel Tejeda Acevedo
Entradas populares
-
Aristoteles decía que la poesía es más profunda y filosófica que la historia y afirmaba, en la poética de Aristoteles, que todo acto de crea...
-
1 Vestiré de luto por tu nombre, llenare de crespones negros mi...
-
. Llevo glaucoma en los ojos Y silencio en la palabra; De ambos pies camino cojo; Llevo el infierno en mi alma Cual si yo fuese un demonio. ...
-
Llueve profundamente y los relámpagos con sus destellos, alumbran por un instante y me deja ver, las nubes acumuladas en el horizon...
-
Las penas pasan y se van, el dolor se va y pasa, los recuerdos , algunas veces, solo algunas veces, dependiendo la intensidad de lo vivido...
-
Tenia un pensamiento fijo,quería ser rico,desde que el sol asomaba sus rayos,se levantaba con el único deseo de acumular riquezas,no le impo...
-
Llovía a cantaros con una intensidad de cien mil demonios en un aquelarre impenitente. Sentado en una vieja mecedora, con rechinante balancí...
-
EN LA BRECHA Oh desgraciado, si el dolor te abate, si el cansancio tus miembros entumece; haz como el árbol seco: Reverdece; y como el germe...