Me rindo………. Me rindo….. Debo confesar que estoy conquistado, ahora más que nunca entiendo el vini, vidi, vici de Julio Cesar que a mi entender no fue más que un niño de ubres enardecida, en comparación.
Loco, en espera de un nuevo cruzar de espadas con Milton y Joel en este círculo cerrado que pretende ser una peṅa literaria y, demostrar con datos verídicos y pruebas en manos que Alejandro y su genio son nada, que Darío y su sitio de Roma es una carcajada, quien es Gengis Khan y las estepas?, hablarme de San Martin y Bolívar, las cruzadas, la toma de Constantinopla, el pentagrama minucioso de la ofensiva en la Europa del 42.
Ni Dunquerque, ni la Mila y tengo para decirles que el movimiento de tijeras del ejercito Israelí en el 67 o en el 73 son rebuznos de burros, para usar términos de su abuelo, que no hay ni habrá novedad en el frente y Leningrado fue un paseo en coche, medios tragueados y en guitarras, en un malecón con la luna del Jaragua en ciernes y, enardecidos con el sube y baja de las caderas de una mulata con la proa a babor.
Nunca, en ningún manual ni ejercicio físico ninguno, ni el ala derecha, ni la izquierda, óigame, ni siquiera Rommel con sus Panzer, es más, ni Berlín con sus vuelos sincronizados de agujas, con un ejército rojo ahitó de la conquista y con 20 millones de muertos en espera de venganza.
Nada, Nada, pero nada es, tan divinamente singular, como cuando rindes la bandera al ataque inusual de una risa pasajera o a la mirada tierna y sentida o al toque de sus deditos amistosos que nos hablan de universos nuevos, en este nuevo despertar de sentimientos dormidos.
Natasha en dos días me enseñaste que la estrella de oriente la mitad del mundo la ven en occidente y que como el poeta, nada es verdad ni mentira, que será menos verdad con cada dolor, con cada ir y venir de abejas enardecidas que te liban cada día y con la verdad de tus ojos claros, que son la escalera perfecta que nos lleva al convencimiento de que Dios es una verdad absoluta.
Natasha, llevándote la pared de mi protección por delante, que es la Iris que me riega de esperanzas y ensueños, entraste al castillo que alguna vez fue mío y que ahora te pertenece, conquistadora del amor o amor en su esencia más pura, Afrodita, Juana de Arco, o santa Teresa aprenderán contigo que el amor en cuatro letras, es la esencia de todos los milagros.....
TU MILAGRO.
Loco, en espera de un nuevo cruzar de espadas con Milton y Joel en este círculo cerrado que pretende ser una peṅa literaria y, demostrar con datos verídicos y pruebas en manos que Alejandro y su genio son nada, que Darío y su sitio de Roma es una carcajada, quien es Gengis Khan y las estepas?, hablarme de San Martin y Bolívar, las cruzadas, la toma de Constantinopla, el pentagrama minucioso de la ofensiva en la Europa del 42.
Ni Dunquerque, ni la Mila y tengo para decirles que el movimiento de tijeras del ejercito Israelí en el 67 o en el 73 son rebuznos de burros, para usar términos de su abuelo, que no hay ni habrá novedad en el frente y Leningrado fue un paseo en coche, medios tragueados y en guitarras, en un malecón con la luna del Jaragua en ciernes y, enardecidos con el sube y baja de las caderas de una mulata con la proa a babor.
Nunca, en ningún manual ni ejercicio físico ninguno, ni el ala derecha, ni la izquierda, óigame, ni siquiera Rommel con sus Panzer, es más, ni Berlín con sus vuelos sincronizados de agujas, con un ejército rojo ahitó de la conquista y con 20 millones de muertos en espera de venganza.
Nada, Nada, pero nada es, tan divinamente singular, como cuando rindes la bandera al ataque inusual de una risa pasajera o a la mirada tierna y sentida o al toque de sus deditos amistosos que nos hablan de universos nuevos, en este nuevo despertar de sentimientos dormidos.
Natasha en dos días me enseñaste que la estrella de oriente la mitad del mundo la ven en occidente y que como el poeta, nada es verdad ni mentira, que será menos verdad con cada dolor, con cada ir y venir de abejas enardecidas que te liban cada día y con la verdad de tus ojos claros, que son la escalera perfecta que nos lleva al convencimiento de que Dios es una verdad absoluta.
Natasha, llevándote la pared de mi protección por delante, que es la Iris que me riega de esperanzas y ensueños, entraste al castillo que alguna vez fue mío y que ahora te pertenece, conquistadora del amor o amor en su esencia más pura, Afrodita, Juana de Arco, o santa Teresa aprenderán contigo que el amor en cuatro letras, es la esencia de todos los milagros.....
TU MILAGRO.
Asdrovel A. Tejeda