Entradas populares
-
Cuando hace dos años comencé a escribir este blog , lo hice como al desgano y mis primeras entregas las hice con artículos que había escrito...
-
Debo admitir,que después de regresar de La República Dominicana,donde de manera incansable, traté de conseguir el génesis donde se nutren nu...
-
TRAZOS Y TROZOS No hay nada tan divinamente peligroso, como una poesia enamorada, esperando agazapada, en la penumbra solitaria de un b...
-
No es el camino, sino el caminante, nunca la idea sin la acción, nunca el lamento si las lágrimas nos impiden sembrar la esperanza de la son...
-
Sentí su mirada como un latigazo de fuego bajando por mi espalda, me volví y por un breve instante me perdí por completo en unos ojos almend...
-
Maldito trueno que hieres mis oídos. Relámpago fatal que soliviantas las células impuras del deseo. Humedal único del comienzo, riega La pla...
-
Tengo tantas cosas que hablar contigo, cosas, que no sabes, o que de tanto saber, has echado al olvido, a ese rincón oscuro donde dep...
-
Alguien dijo una vez que 20 años no son nada y tomando en consideración la ley de la relatividad puede ser. Existe un insecto, llamado efíme...
-
Después de un largo tiempo sin visitar mi lugar de nacimiento, decidí ir para encontrarme con mis raíces y saludar algunos familiares,es así...
domingo, 25 de marzo de 2012
EL REMORDIMIENTO, JORGE LUIS BORGES
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer.
No he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y hermoso de la vida,para la tierra, el agua, el aire, el fuego.Los defraudé. No fui feliz.
Cumplida no fue su joven voluntad. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías.Me legaron valor. No fui valiente.No me abandona. Siempre está a mi lado La sombra de haber sido un desdichado.
NOCHE VICENTE, HUIDOBRO
Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios Inundo de nubes el vacío
En el puertoLos mástiles están llenos de nidos
Y el viento gime entre las alas de los pájaros
LAS OLAS MECEN EL NAVÍO MUERTO
Yo en la orilla silbando Miro la estrella que humea entre mis dedos
LO QUE DEJE POR TI,RAFAEL ALBERTI
Deje por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mis perros desvelados,mis capitales años desterradoshasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,un resplandor de fuegos no apagados,dejé mi sombra en los desesperadosojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto al río,caballos sobre el sol de las arenas,dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,tanto como dejé para tenerte
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer.
No he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados.
Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y hermoso de la vida,para la tierra, el agua, el aire, el fuego.Los defraudé. No fui feliz.
Cumplida no fue su joven voluntad. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías del arte, que entreteje naderías.Me legaron valor. No fui valiente.No me abandona. Siempre está a mi lado La sombra de haber sido un desdichado.
NOCHE VICENTE, HUIDOBRO
Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios Inundo de nubes el vacío
En el puertoLos mástiles están llenos de nidos
Y el viento gime entre las alas de los pájaros
LAS OLAS MECEN EL NAVÍO MUERTO
Yo en la orilla silbando Miro la estrella que humea entre mis dedos
LO QUE DEJE POR TI,RAFAEL ALBERTI
Deje por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mis perros desvelados,mis capitales años desterradoshasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,un resplandor de fuegos no apagados,dejé mi sombra en los desesperadosojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto al río,caballos sobre el sol de las arenas,dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,tanto como dejé para tenerte
Suscribirse a:
Entradas (Atom)