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sábado, 6 de noviembre de 2010
viernes, 5 de noviembre de 2010
LA DOMINICANIDAD SECRETA
Con su permiso poeta, no puedo menos que robarle su rincón y exponerlo para consumo de los que hacen el favor de leer este blog. Cuantas verdades en un espacio tan reducido, que análisis tan fecundo de este vagar por otros suelos, con la patria prendida en el alma, mientras los que aposentados en el trono del poder político, los de ayer y los de hoy, apagan la esperanza y solo alumbran sus bolsillos, con las penas y las necesidades de un pueblo que merece mejor suerte.
César Sánchez Beras
cesabe@siglo21.com
Hay una comunidad que vive y trasiega fuera de los linderos de la isla. Que vive y desvive, que muere y desmuere, atravesando descalza de protección verdadera los inviernos más crudos del norte prometido como el Canaán de la postmodernidad. Una comunidad que a fuerza de haber vivido a la intemperie institucional por un siglo, ya no confía ni en los buenos ni en los malos que promete la panacea de las soluciones políticas.
Hay una comunidad que supo demasiado pronto, que en República Dominicana, el béisbol de mala calidad es más rentable que una educación de primera, que tuvo que ver de golpe y porrazo, que quienes apuestan a las soluciones de último momento, son los mismos que crearon de forma consuetudinaria los problemas que dicen que resolverán.
Pero hay otra comunidad que salió del país, que no morirá ciega, que al igual que Balbuena, llegó a ‘Nuebayol’, con errores porque no es el mismo de la realidad. Una comunidad que le ha tocado resolver los entuertos de los otros, pagar la vergüenza ajena. Sí, una comunidad secreta, que desde las aulas, desde los bares, desde los estadios, desde las casas, desde las iglesias, desde los sótanos jugando dominó o desde los cubículos de las universidades, desmenuza el camino sinuoso de nuestra historia reciente.
Sí, hablo de una comunidad secreta de dominicanos sin importancia colectiva, sin nombres ni apellidos sonoros, sin abolengos ni placas diplomáticas, sin exoneraciones ni cuentas en bancos de Suiza, pero que aprovecha cada micra de existencia para pelear por el espacio que le ha escamoteado la historia y que ha sido detentado por los patriotas de hojalata de turno.
Una comunidad que mientras los diputados se suben el sueldo, ellos le dicen a unos cuantos muchachos: “la Dictadura de Trujillo no tuvo ejemplos”. Que mientras se destapa un nuevo caso de corrupción, ellos le dicen a sus hermanos, antes de que este paisaje con nombre de país, fuera república: “Duarte tuvo la fe de que podíamos ser felices”. Que mientras los senadores se inventan nuevos gastos para gastar el dinero de los otros, ellos le dicen a quien quiera escucharlos: “Manuel del Cabral, no sólo fue un poeta, si no que fue admirado por 5 premios Nobel de literatura al mismo tiempo”.
Una comunidad que mientras los dominicanos pierden sus playas en manos extranjeras, que mientras los dominicanos no tienen asistencia social, que mientras los de allá no tienen más que una leve esperanza en el mañana promisorio, ellos, acá, tratan de levantar la Patria, aunque ésta no sea más que un pañuelo en la cabeza de un danzante de los festivales o un lienzo que se eleva cada febrero en el City Hall de las ciudades.
Nosotros los que vivimos a ambos lados del gran océano que nos divide, perdemos de vista, que a nadie le importa de qué lado del agua estemos. Nosotros, a ambos lados del agua que nos divide, estamos solos, solos, solos, frente a la noche larga de nuestro destino de pueblo mendigante, frente a nuestra desgracia de desvencijada patria.
César Sánchez Beras
cesabe@siglo21.com
Hay una comunidad que vive y trasiega fuera de los linderos de la isla. Que vive y desvive, que muere y desmuere, atravesando descalza de protección verdadera los inviernos más crudos del norte prometido como el Canaán de la postmodernidad. Una comunidad que a fuerza de haber vivido a la intemperie institucional por un siglo, ya no confía ni en los buenos ni en los malos que promete la panacea de las soluciones políticas.
Hay una comunidad que supo demasiado pronto, que en República Dominicana, el béisbol de mala calidad es más rentable que una educación de primera, que tuvo que ver de golpe y porrazo, que quienes apuestan a las soluciones de último momento, son los mismos que crearon de forma consuetudinaria los problemas que dicen que resolverán.
Pero hay otra comunidad que salió del país, que no morirá ciega, que al igual que Balbuena, llegó a ‘Nuebayol’, con errores porque no es el mismo de la realidad. Una comunidad que le ha tocado resolver los entuertos de los otros, pagar la vergüenza ajena. Sí, una comunidad secreta, que desde las aulas, desde los bares, desde los estadios, desde las casas, desde las iglesias, desde los sótanos jugando dominó o desde los cubículos de las universidades, desmenuza el camino sinuoso de nuestra historia reciente.
Sí, hablo de una comunidad secreta de dominicanos sin importancia colectiva, sin nombres ni apellidos sonoros, sin abolengos ni placas diplomáticas, sin exoneraciones ni cuentas en bancos de Suiza, pero que aprovecha cada micra de existencia para pelear por el espacio que le ha escamoteado la historia y que ha sido detentado por los patriotas de hojalata de turno.
Una comunidad que mientras los diputados se suben el sueldo, ellos le dicen a unos cuantos muchachos: “la Dictadura de Trujillo no tuvo ejemplos”. Que mientras se destapa un nuevo caso de corrupción, ellos le dicen a sus hermanos, antes de que este paisaje con nombre de país, fuera república: “Duarte tuvo la fe de que podíamos ser felices”. Que mientras los senadores se inventan nuevos gastos para gastar el dinero de los otros, ellos le dicen a quien quiera escucharlos: “Manuel del Cabral, no sólo fue un poeta, si no que fue admirado por 5 premios Nobel de literatura al mismo tiempo”.
Una comunidad que mientras los dominicanos pierden sus playas en manos extranjeras, que mientras los dominicanos no tienen asistencia social, que mientras los de allá no tienen más que una leve esperanza en el mañana promisorio, ellos, acá, tratan de levantar la Patria, aunque ésta no sea más que un pañuelo en la cabeza de un danzante de los festivales o un lienzo que se eleva cada febrero en el City Hall de las ciudades.
Nosotros los que vivimos a ambos lados del gran océano que nos divide, perdemos de vista, que a nadie le importa de qué lado del agua estemos. Nosotros, a ambos lados del agua que nos divide, estamos solos, solos, solos, frente a la noche larga de nuestro destino de pueblo mendigante, frente a nuestra desgracia de desvencijada patria.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
POETA DE LA SEMANA
VICENTE HUIDOBRO
Vicente Huidobro Fernández (1893-1948). Escritor vanguardista chileno, fundador de su propio movimiento poético y defensor entusiasta de la experimentación artística durante el periodo de entreguerras.
Hijo de madre escritora, estudió en su ciudad natal, Santiago, y ya desde pequeño mostró un gran talento literario: escribió sus primeros poemas a los doce años. Siendo aún adolescente, publicó un manifiesto en el que rechazaba toda la poesía anterior a él.
Se trasladó a París, donde pronto entraría en contacto con la literatura de los poetas surrealistas Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy, junto a los cuales fundaría la revista Nord-Sud. Se distanció poco después del surrealismo, al no aceptar la opinión de que el artista es un mero instrumento revelador de su inconsciente. Del mismo modo, rechazó el futurismo al pensar, con cierta razón, que una vez que las masas se hubieran familiarizado con los hallazgos del mundo moderno, los himnos futuristas a la aeronáutica y a los rascacielos, por ejemplo, perderían gran parte de su valor.
Su respuesta a todos estos movimientos de comienzos del siglo XX fue el creacionismo, una corriente revolucionaria que concebía al poeta como un dios taumaturgo, destinado a crear un nuevo tipo de poesía que compitiera con la naturaleza en lugar de reflejarla. Este concepto constituyó el eje de su obra poética, sembrada de imágenes sorprendentes, de yuxtaposiciones efectistas y de letras y secuencias de palabras de carácter aleatorio. Algunos de su poemas recuerdan los caligramas de Apollinaire. Fue en 1918, en Madrid, cuando sentó las bases del grupo creacionista.
En esta época comienza a interesarse por las Ciencias Ocultas.
De regreso a París, en 1920, colaboró en la revista “L´ Espirit Nóuveau” y en las revistas ultraístas españolas: “Grecia”, Ultra”, “Tableros” y “Cervantes”. En esa época, aparece un cuestionamiento sobre la autoría del creacionismo, ya que se lo disputa Pierre Reverdy.
En 1923, Guillermo de Torre, también cuestionará su paternidad, al acusarlo en la revista “Alfar”, de ser una mera copia del uruguayo, Julio Herrera y Reissig. Al año siguiente, Huidobro, le responde en el suplemento de la revista “Création”. A su vez, en 1925, en “Literaturas europeas de vanguardia”, aparece una nueva contestación y réplica por parte de Guillermo de La Torre.
En 1923, había publicado “Finis Britannia”, criticando al imperialismo inglés, lo que le valió un secuestro un año más tarde.
Participó en la vida política de su país. En 1925 fundó dos periódicos consecutivamente: “Acción. Diario de Purificación Nacional” y “La Reforma”.
“Mío Cid Campeador”, es publicado en 1929, y en 1931, “Temblor del cielo” y “Altazor o el viaje en paracaídas”.
De vuelta en Chile, publica en 1932 “Tremblement de Ciel”, y una obra teatral: “Gilles de Raiz”, retomando ese año la actividad política, enrolándose en el comunismo.
En 1934 publicó: “La próxima” y “Papá o el diario de Alicia Mir”. En 1935, “Tres novelas ejemplares”.
En 1937, publicó el poema en prosa “Fuera de aquí”, contra militares fascistas italianos, y en 1939, “Sátiro o el poder de las palabras”. Sus “Cartas al Tío Sam”, parecen en 1940, en los diarios “El Mercurio” y “La Nación”.
En 1944, crea su última revista, “Actual”.
En 1947 sufre un derrame cerebral en Cartagena, falleciendo el 2 de enero de 1948. En su epitafio puede leerse “Abrid esta tumba: Al fondo se ve el mar”.
NOCHE
Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío
En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento
gime entre las alas de los pájaros
LAS OLAS MECEN EL NAVÍ0 MUERTO
Yo en la orilla silbando
Miro la estrella que humea entre mis dedos
LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años
Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas....
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
SOMBRA
La sombra es un pedazo que se aleja
Camino de otras playas
En mi memoria un ruiseñor se queja
Ruiseñor de las batallas
Que canta sobre todas las balas
HASTA CUANDO SANGRARÁN LA VIDA
La misma luna herida
No tiene sino una ala
El corazón hizo su nido
En medio del vacío
Sin embargo
Al borde del mundo florecen las encinas
Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS
Vicente Huidobro Fernández (1893-1948). Escritor vanguardista chileno, fundador de su propio movimiento poético y defensor entusiasta de la experimentación artística durante el periodo de entreguerras.
Hijo de madre escritora, estudió en su ciudad natal, Santiago, y ya desde pequeño mostró un gran talento literario: escribió sus primeros poemas a los doce años. Siendo aún adolescente, publicó un manifiesto en el que rechazaba toda la poesía anterior a él.
Se trasladó a París, donde pronto entraría en contacto con la literatura de los poetas surrealistas Guillaume Apollinaire y Pierre Reverdy, junto a los cuales fundaría la revista Nord-Sud. Se distanció poco después del surrealismo, al no aceptar la opinión de que el artista es un mero instrumento revelador de su inconsciente. Del mismo modo, rechazó el futurismo al pensar, con cierta razón, que una vez que las masas se hubieran familiarizado con los hallazgos del mundo moderno, los himnos futuristas a la aeronáutica y a los rascacielos, por ejemplo, perderían gran parte de su valor.
Su respuesta a todos estos movimientos de comienzos del siglo XX fue el creacionismo, una corriente revolucionaria que concebía al poeta como un dios taumaturgo, destinado a crear un nuevo tipo de poesía que compitiera con la naturaleza en lugar de reflejarla. Este concepto constituyó el eje de su obra poética, sembrada de imágenes sorprendentes, de yuxtaposiciones efectistas y de letras y secuencias de palabras de carácter aleatorio. Algunos de su poemas recuerdan los caligramas de Apollinaire. Fue en 1918, en Madrid, cuando sentó las bases del grupo creacionista.
En esta época comienza a interesarse por las Ciencias Ocultas.
De regreso a París, en 1920, colaboró en la revista “L´ Espirit Nóuveau” y en las revistas ultraístas españolas: “Grecia”, Ultra”, “Tableros” y “Cervantes”. En esa época, aparece un cuestionamiento sobre la autoría del creacionismo, ya que se lo disputa Pierre Reverdy.
En 1923, Guillermo de Torre, también cuestionará su paternidad, al acusarlo en la revista “Alfar”, de ser una mera copia del uruguayo, Julio Herrera y Reissig. Al año siguiente, Huidobro, le responde en el suplemento de la revista “Création”. A su vez, en 1925, en “Literaturas europeas de vanguardia”, aparece una nueva contestación y réplica por parte de Guillermo de La Torre.
En 1923, había publicado “Finis Britannia”, criticando al imperialismo inglés, lo que le valió un secuestro un año más tarde.
Participó en la vida política de su país. En 1925 fundó dos periódicos consecutivamente: “Acción. Diario de Purificación Nacional” y “La Reforma”.
“Mío Cid Campeador”, es publicado en 1929, y en 1931, “Temblor del cielo” y “Altazor o el viaje en paracaídas”.
De vuelta en Chile, publica en 1932 “Tremblement de Ciel”, y una obra teatral: “Gilles de Raiz”, retomando ese año la actividad política, enrolándose en el comunismo.
En 1934 publicó: “La próxima” y “Papá o el diario de Alicia Mir”. En 1935, “Tres novelas ejemplares”.
En 1937, publicó el poema en prosa “Fuera de aquí”, contra militares fascistas italianos, y en 1939, “Sátiro o el poder de las palabras”. Sus “Cartas al Tío Sam”, parecen en 1940, en los diarios “El Mercurio” y “La Nación”.
En 1944, crea su última revista, “Actual”.
En 1947 sufre un derrame cerebral en Cartagena, falleciendo el 2 de enero de 1948. En su epitafio puede leerse “Abrid esta tumba: Al fondo se ve el mar”.
NOCHE
Sobre la nieve se oye resbalar la noche
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío
En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento
gime entre las alas de los pájaros
LAS OLAS MECEN EL NAVÍ0 MUERTO
Yo en la orilla silbando
Miro la estrella que humea entre mis dedos
LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años
Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas....
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
SOMBRA
La sombra es un pedazo que se aleja
Camino de otras playas
En mi memoria un ruiseñor se queja
Ruiseñor de las batallas
Que canta sobre todas las balas
HASTA CUANDO SANGRARÁN LA VIDA
La misma luna herida
No tiene sino una ala
El corazón hizo su nido
En medio del vacío
Sin embargo
Al borde del mundo florecen las encinas
Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS
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