para mi amigo Amador
con aleteos de mariposas leves
Descalzo y sereno, buscando el amor, entre los brenales, me clave una espina en el centro de mi pie izquierdo, espina que duele buscando el amor en el centro de mi vida entera.
Olas de caricias descompuestas en la penumbra taciturna de mi espanto, le di a beber el acíbar del olvido desgastado, en la soledad urdimbre del silencio.
Llego como al descuido, como un arcoíris después de la lluvia, dándome los colores de la esperanza después de azotar las costas impías de mi alma devastada y solitaria, nunca la espere donde quise, pero quiso llegar sin espera.
Trate de cantarle mis mejores canciones con los versos del Neruda enamorado en el azul perpetuo de Darío, le hice un collar de perlas milenarias con cada una de las gotas del rocío y en un arranque de locura infinita la cobije en mis brazos, manchados con las odas prisioneras del Hernández.
Nunca entendió mi amor insatisfecho, pero con sus llamas de fuego, fue el milagro perfecto de mi estío, el camino más corto entre la felicidad y la espera, la marea que llega con la luz de la luna, pero que al llegar el día se aleja cansada de humedecer el lecho, por eso me duele la espina, clavada en la planta del pie de mi olvido.
Asdrovel Tejeda Acevedo
Entradas populares
-
Aristoteles decía que la poesía es más profunda y filosófica que la historia y afirmaba, en la poética de Aristoteles, que todo acto de crea...
-
1 Vestiré de luto por tu nombre, llenare de crespones negros mi...
-
. Llevo glaucoma en los ojos Y silencio en la palabra; De ambos pies camino cojo; Llevo el infierno en mi alma Cual si yo fuese un demonio. ...
-
Llueve profundamente y los relámpagos con sus destellos, alumbran por un instante y me deja ver, las nubes acumuladas en el horizon...
-
Las penas pasan y se van, el dolor se va y pasa, los recuerdos , algunas veces, solo algunas veces, dependiendo la intensidad de lo vivido...
-
Llovía a cantaros con una intensidad de cien mil demonios en un aquelarre impenitente. Sentado en una vieja mecedora, con rechinante balancí...
-
EN LA BRECHA Oh desgraciado, si el dolor te abate, si el cansancio tus miembros entumece; haz como el árbol seco: Reverdece; y como el germe...
-
EL REMORDIMIENTO, JORGE LUIS BORGES He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz. Que los glaciares del...