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domingo, 27 de junio de 2010
UNA DE ESTRELLAS
Todos los eclipses de todas las lunas, desde IO hasta las que circundan los planetas posibles en nuestra galaxia cotidiana, hasta los imaginarios eones en millas de años luz o luz del fondo abismal del confín terrestre de lo eterno.
Todos los hoyos negros de todas las galaxias del universo conocido, o del por conocer, alineados en la recta perfecta del equinoccio transversal del pensamiento todo, o todos los soles, con todas sus dispendiosas unidades caloríficas, rayos cósmicos, líneas gamas, rayos cuantuperfectos de pi= x mas 2 elevados al cubo simétrico de las líneas piramidales.
Desde los enunciados reales de la teoría de la relatividad, enmarcados en la lunetas del microscopio alma de Chile o del de Arecibo, de un solo plato, pasando por la línea de Pizarro o por el descubrimiento fantástico de hielo en Marte.
Ganimedes colmada de chichiguas en luceros, hasta la osa mayor con todas las menores en seguimiento perpetuo, nada, nada en la imaginación o en los sueños alucinantes, puede comparar tu mirada de enojo cuando levantas el arco superior de tus parpados o cuando entregada al amor llegan a tus ojos miríadas de estrellas incandescentes en la explosión final del volcán sublime del deseo.
Asdrovel Tejeda Acevedo
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