Su
bisabuelo era el encargado del mostrador en un colmado de un ingenio cañero, en el este de un país caribeño, cuando la crisis del azúcar a mediados del siglo
veinte, en los arreboles de la segunda
gran guerra, perdió su trabajo, pero con una gran familia que mantener, decidió,
pintar las cuatro sillas de su humilde sala, de color azul cielo, a cada una le
coloco una cinta; Roja, amarrilla, verde, morada y blanca, planto en el centro
de la sala una figura de madera, una copa grande de agua, en la esquina izquierda
de la entrada, se puso una capa de abolorios, espejos y cascabeles , tomo un látigo
de cuero y se fue en búsqueda de los incrédulos y de los creídos.
Desde ese día, la familia ha tenido, tres
curanderos, un santero un nigromante, un astrologo, lector del tarot, nueve monaguillos, dos pastores
interpretadores y, hoy, con la solemnidad
de los misterios, el será ordenado sacerdote, por el obispo de la arquidiócesis.
Asdrovel A. Tejeda
Asdrovel A. Tejeda