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lunes, 14 de enero de 2008
REGALO DE REYES
Vino por poniente,con pasos cansados y el peso de años en la espalda. Mirra,oro e incienso,trajo, en un morral henchido por el viento. Vacilante al hacer la entrada,postrose con respeto, al entregar con cariño infinito el regalo supremo por el atesorado. Abrió sus manos y entrego, en un arrebato de cadencias lumínicas las tres heridas que dió como regalo de reyes:
LA DEL AMOR, LA DE LA MUERTE Y LA DE LA VIDA.
Asdrovel Tejeda Acevedo
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