Vaya al corazón,
le dijo al escuchar sus quejas y lamentos, en esa tarde de melancólicas confesiones,
vaya al corazón, le repitió, dejándole caer las palabras, como el restallar de
un látigo armonioso en el castigo, por más que ames el amor y sus derivados perfectos,
por más alta que sea la sinfonía en la madejas de caricias que nos abren a la
vida en los espasmos de la muerte breve, pasarás aleve como un sueno en
miniatura.
El
cuadrante del circulo total se enmarca como el punto central de la diana,
podrás decir y escribir un diccionario con palabras nuevas, rebuscadas y
perfectas, podrás cabalgar, como caballero jinete, todos los caminos del
kamasutra hasta el koka shastra y aun después
de mirarte en sus ojos satisfechos de corsaria en abordaje, notarás como al
deje, un punto de desgana en lontananza.
Regálale flores,
si quieres, no solo por la belleza del pétalo colorido, sino por el empuje de
la vida germinada,regalale perlas, esmeraldas o rubies,desciende al abisal más
grande del océano o empéñate en subir el Aconcagua, balcón inmenso de los andes
o al Himalaya sagrado del budismo, conquista con tu espada enardecida la geografía
total de su cuerpo rendido en quejidos, suspiros y sonrisas, entra en todos los
rincones de su villa, planta tu bandera en la almena más alta del castillo,
pero si no vas a su corazón,nunca,nunca serás el señor de sus murallas.
Asdrovel A Tejeda
Asdrovel A Tejeda
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